Ingredientes

15 tamales aprox.

Para el relleno:
-750 gramos de pollo troceado
-Mole
-Verduras para caldo
-Agua

Para los tamales:
-1 kilo de harina de maiz (de preferencia nixtamalizada)
-250 gramos de manteca de cerdo
-1 cucharada de sal
-1 pizca de bicarbonato de sodio (opcional)
-100 ml de comino infusionado
-Hojas de platáno

Preparación

1- En una cazuela hierve el pollo con las verduras, cocinalo por lo menos una hora para que el caldo quede bien sabroso. 

2- Cuando esté listo separa el pollo y deja enfriar.

3- En un bol grande coloca la harina, con la sal, el bicarbonato y añade la manteca de cerdo líquida y el comino infusionado. 

4- Poco a poco ve integrando el caldo hasta que te quede una consistencia maleable, húmeda pero que no se pegue a las manos.

5- Desmenuza el pollo y calienta el mole. 

6- Es hora de montar, prepara las hojas de plátano en cortes de unos 15 x 15 cm aprox. En realidad puedes elegir la medida que prefieras pero es más fácil si son piezas más o menos grandes. 

7- Extiende un puñado de masa sobre una hoja y en medio coloca un poco de pollo y suficiente mole. Dobla uno de los costados un poco más lejos de la mitad y luego lleva el otro costado hacia el otro lado. después procede a hacer lo mismo con los lados restantes. 

8- Prepara la vaporera, cuando tengas todos los tamales colócalos de manera vertical, así permitirás pasar el vapor por todos los costados.

9- Cocina por una hora, ten cuidado que la vaporera no se quede sin agua.

Apunte histórico

En México creemos que si uno cocina los tamales enojado, triste o si te has peleado con alguien de la casa no se van a cocinar jamás. Así que intentamos estar de lo mejor humor posible cuando los cocinamos.

La palabra tamal viene del náhuatl (la lengua de los aztecas), tamalli quiere decir envuelto, pues es un plato que se realiza siempre envuelto en una hoja, tradicionalmente de maíz o de plátano, pero también se preparan con otras hojas, y a falta de ellas, sé de gente que los ha hervido en aluminio.

Es por tanto una comida de origen prehispánico que pervive como una comida tradicional para muchos países de centro y sudamérica, cada uno con sus variaciones locales.

Los tamales siempre han sido variados, como queda recogido a principios del siglo XVI en el libro Historia General de las cosas de Nueva España:

 

Comían también tamales de muchas maneras; unos de ellos son blancos y a manera de pella, hechos no del todo redondos ni bien cuadrados…Otros tamales comían que son colorados…

-Fray Bernardino de Sahagún

Apunte socio-económico

Como ha pasado con todos los productos alimentarios, el maíz tiene una cantidad de variedades maravillosas, coloradas, preciosas y llenas de nutrientes diversos. Que lamentablemente se va perdiendo con el ritmo de producción de la modernidad. Las variedades transgénicas son grandes productoras, pero contaminan a otras variedades las cuales con el paso del tiempo van perdiendo su individualidad. Así se va perdiendo una biodiversidad importante que se traduce en pérdida de fuentes de nutrición, pero también en la pérdida de un pedacito de cultura. Un artículo interesante en donde se trata el tema de las multinacionales que controlan una gran parte del mercado de producción agrícola aquí.

Es una aculturación de la diversidad gastronómica, por suerte tiene su contraparte. En los últimos años han surgido diversos proyectos que luchan de una manera práctica para reintroducir los maíces nativos en la dieta actual. El más conocido es El Molino “Pujol” por el chef Enrique Olvera y otros más pequeños creados por jóvenes como Maizajo

Apunte nutricional

El maíz ha sido uno de los alimentos básicos de poblaciones americanas, junto con alguna legumbre forman un complemento ideal de carbohidratos con proteínas. 

El maíz es un gran aporte de carbohidratos, aunque también aporta un poco de proteína (entre 3gr y 10gr por cada 100 gr) y sobretodo si está nixtamalizado aporta mucho calcio (200 mg por cada 100).