El hastag #quedateencasa o #stayhome es un trendy en twitter e instagram y por razones de gran importancia. Hasta hace unas semanas el  hashtag de #streetfood era trendy por otras razones. El viajar, pasear y tener la oportunidad de probar cosas diferentes de la mano de personas especializadas en lo suyo, aunque esta labor a veces está poco valorada. 

Por un lado los veneramos y por otro miramos al otro lado de ver que son siempre una población con pocos o nulos derechos laborales, con jornadas de trabajo intensas y con unas ganancias que no les permiten ver mucho más allá del día a día. Tengamos la conciencia que la mayoría de gente que tiene este tipo de negocios  son los que más sufrirán los efectos económicos de la pandemia.

Mientras que el distanciamiento social es sumamente necesario para no colapsar los sistemas de salud, hay muchísima gente que su alternativa es no comer

Ayer se publicaba en La Vanguardia este artículo en donde habla un residente en Nueva Delhi de este conflicto entre la población de la India. En dónde los pequeños mercados locales fueron cerrados, a diferencia de los grandes supermercados a los que se les ha permitido seguir la venta. O este en donde una familia habla de la su situación personal en Zimbabue, en el que se preguntan si morirán antes de hambre que de COVID-19. 

Y se me retuerce de tristeza el corazón cuando pienso en México en todas aquellas personas que día a día están en la calle, deleitándonos con algún alimento, llámalo tamales, dulces tradicionales, la lista es tan grande como enormes son ellos, un artículo de El País menciona que en México son unos 30 millones de personas en esta situación. Todo esto  sin contar las personas que trabajan con contratos basura en los que se puede prescindir de ellos de la noche a la mañana. 

Lamentablemente asistiremos a una dura recesión económica mundial, con un aumento de riesgo de desnutrición. Podremos ver la evolución de esta correlación entre virus y hambruna en este mapa creado específicamente para ello. 

Creo que la pandemia evidencia a los sistemas desigualitarios y nos dan una oportunidad más para reflexionar y, una vez pasada la crisis de salud podamos luchar por un mundo más igualitario para aquellos que nos alimentan, nuestros agricultores, vendedores, cocineros…

¡No todo está perdido!

Por ahora, mientras dura la crisis lo que podemos hacer es intentar contribuir con instituciones y ONGs que tienen la misión de acortar esta brecha. Puedes donar en el Banco de Alimentos local o en instituciones que conozcas. Si no sabes dónde, puedes buscar aquí:

https://hungermath.wordpress.com/world-hunger-organizations-list/